Antonio Roldán

Obra inédita

Cantares y coplas

Portada > Cantares y coplas > Nanas. El mundo de la niñez.

Corre, corre, chiquillo
que se hace tarde,
y esta noche la luna
no entra en su calle.

No le cantes la nana
con tanto empeño,
que por más que le cantes
no tiene sueño.

Una madre a su niño
cantó una nana,
y durmióse el chiquillo
diciendo mama.

¡Ay, bordadora que bordas
con hilos de luz de luna!
Bórdame una colcha blanca
para ponerla en su cuna.

Dile a la luna que venga,
que se ha dormido mi niña
y está soñando con ella.

Cuando un niño está llorando,
un ángel baja del cielo,
para enjugarle su llanto
y para darle consuelo.

La noche cantó una nana
para que el niño durmiera,
y en vez de dormirse el niño
se durmieron las estrellas.

En las altas horas,
cuando el niño duerme,
los muñecos lloran.

Mi niña se está durmiendo
con el arrullo del mar.
No cantes tú, marinero,
que la puedes despertar.

Yo no tenía abuelita
que me contara los cuentos.
Yo dormía en mi cunita
sólo con mis pensamientos.

Entra sin hacer ruido,
que le ha cantado su madre
y se ha quedado dormido.

La noche que más llovía
pasé junto a tu ventana,
y sentí llorar a un niño
y a ti cantando una nana.

Duérmete, mi vida,
lucero del alba,
si el ángel no viene
tu madre te guarda.

El niño quedó dormido
en los brazos de su abuela,
un lucero le cantaba
y lo besaba una estrella.

Mi niño duerme en su cuna,
mientras le canta su madre
lo está besando la luna.

A la nana nanita,
duérmete, encanto,
que tu padre ya viene,
que está en el campo.

Pajarillo que cantas
bajo el olivo
si tú quieres venirte
vente conmigo.
Vente y cantemos
que si quiere mi niña
la dormiremos.

Cantan las ranas,
cantan los grillos,
pasa la luna,
duermen los niños.

Que la luna se asome
por el postigo,
que mi niña chiquita
ya está conmigo.
Ea, mi cielo,
que mi niña se duerme
junto a su abuelo.

Este niño chiquito
quiere su teta,
menos mal que su madre
viene repleta.

Este niño chiquito
quiere una torta.
Su padre le da una,
su madre otra.

Con su barco, mi niño,
juega en la arena,
si el barquito naufraga,
llora de pena.

La luna tiró un clavel
y lo cogió una gitana,
que le cantaba una nana
a un bonito churumbel
para meterlo en la cama.

Las madres cantan sus nanas
para que duerman sus hijos,
y se duermen los abuelos
igual que si fueran niños.

La madre defiende al hijo
de los mordiscos del mal.
Igualmente las espinas
van defendiendo al rosal.

La fuente de la Barrera
de noche canta una nana.
Los niños que no se duermen
la escuchan desde la cama.